Oi en dia en que hestá tan de moda el futvól para todos i se biene la gran sita del mundial, quiero avlar del final del futvol para Orasio, que acaecio no ase mucho tienpo. Es berdad: la pación popular no cienpre me fue ajena. Oi é desidido sacarme el peso que yebo adentro, confesarlo con usted, hestimado lector. Es una istoria vrutal, que me yena de berguensa i que por eyo mismo prefiero escrivir como ci Orasio no fuera lló mismo: es desir en estilo maradoniano (que además biene al caso porque es una istoria de futvol soquer) i tanvien quiero pedir de antemano su piedad, cepa entenderme i perdonarme. Enpesemos entonses:
Orasio era un espesialista en futvól i tenia un conjunto preferido, el conjunto mejor de la siudad donde bibe i lo ceguia cemana a cemana en el campeonato i cuando podia iva al estadio de la siudad a berlo jugar. justamente uvo un dia que fue el dia final.
Eza maniana Orasio ce lebanto tenprano i miro por la bentana "hes un dia de zol, que bueno" penzó el umilde tecnio-mecanico i ce fue a su tayer a reparar cozas con la hidea fija de ir esa misma tardenoche al estadio probicial para ber a su equipo.
El vuen Orasio travajo muchicimo ese dia i iso las cosas mui vien. Despues ce puzo la camiceta de sus amores, la gorrita de sus amores, las medias de sus amores, todo el conjunto conpleto del vuen incha del equipo de sus amores i ce fue a la cancha.
Yego tenprano i saco la entrada mas cara, porque estava en una epoca de bacas gordas i entro tranquilo al estadio. Ce paro a comer un choripan i tomarce una coca i despues ce cento en las vutacas a esperar. Estava jugando la recerva del cluv. Orasio termino su rico choriso i su refrescante cocacola i apacivlemente ce puzo a mirar a la jente que concurria lentamente en la trivuna..."es el puevlo", pensava.
Hen ezo Orasio be que entra un tremendo minon (disculpen las damas lectoras i la Cata, duenia de mi perecne amor). Hera una de ezas mugeres que ban a la cancha con una rropa difisil de catalogar, asta peligroza por ci ce les tiran todo los tipos ensima. Ocbio que benia acompaniada, flaco de facha, lentesitos aumados vien oscuros, yins inpecavles, camiceta orijinal i nueba del cluv.
Ce centaron, para desgrasia de Orasio, justo delante de el. El pive, pensava ORasio, tuvo suerte porque no cualquiera logra caer al estadio con una cocita como hesa..."¿cerán nobios?" ce preguntava nuestro apesadunvrado éroe "¿o cerá la primera salida?...ceguro que eya esta con el por la guita, porque la berdad que el pive no bale nada...para colmo biene con lentes negros i ya es caci de noche...¿que ce cree el flaco?" Cozas por el hestilo pensava el Orasio, que de a poco ce dejava yebar por la maledisensia.
Hen eso iva todo, cuando comenso el partido. Ya estava todo de noche i orasio prestava mas atension a los acientos de las gradas que a la cancha, i no era por la mina, no ceñor: tenia la bista fija en el flaco, que no ce sacava los lentes i mirava para cualquier lado del hestadio menos para la cancha.
Cuahdo la jente cantava el loco mobia la cavesa como endemoniado, i esha lo mirava i sonrreia.
"Mierda, pensava Orasio, que tontas son las chicas a beces". Todo iva aci cuando yego el intermedio. el partido, avurrido i sero a sero, pero Orasio caci no presto atension.
Fue al vanio i ce refresco la cara i ce tomo una serbesa para aminorar el enojo. I le pidio al sielo que no le tocara un aciento serca de la pareja. Entonses entro en la trivuna otra bes i ce coloco caci en el lado opuesto del que estava: llá avia perdido medio partido, queria disfrutar el rresto.
El encuentro iva a empesar, cuando depronto ce le cientan avajo, los mismos dos. Eya, despampanante, el con los lentes negros.
Orasio lo mirava llá con vronca i pensó: "Boi i le digo, eh, loco, dejate de joder i sacate los lentes". Pero no lo iso i encanvio estubo todo el partido mirando i remirando al tipo.
Derrepente, ce cienten puteadas i mas puteadas por todas partes: Gol de los bicitantes.Orasio cigue mirando al tipo i caliente piensa que deve cer yeta i que pierden por su culpa.
A los sinco minutos, comiensa a centir un murmuyo, "ci ci ci, dale dale dale" i de pronto una ecsplosión: Gol del local. Aora orasio le echa al tipo la culpa porque ce perdio el gol por mirarlo a el.
El partido ce buelve emocionante, de ida i buelta, pero el no puede mantener quieta la bista en el sesped. El equipo de Orasio estubo a punto de bolber a quedar en desbentaja. Pero derrepente: un grito ensordesedor yena el estadio. Golaso, otro gol de local: el equipo de Orasio aora gana 2-1, pero el ce pierde las emosiones porque tiene la mirada fija nuebamente mas avajo en la trivuna. En medio de la fiesta jeneral, todos ce avrasan, festejan, el mira triste el abraso emosionado del tipo de los lentes negros con su mujer. Al onvre que el odiava porque no ce avia sacado los lentes en toda la noche, ce le an caido las gafas i en el enriedo de brasos, pelo, cavesas, en el avraso que propina a la chica que lo acompania, la cara queda apuntando a Orasio que conprueva orrorisado que el tipo es siego.
Orasio ce lebanta i ce ba del estadio, que es una fiesta. No be el final del emosionante encuentro, tiene un peso en su consiensia.
Despues de eso ORasio no bolbio a un estadio, tanta berguensa le dio. Lector, hespero que esto te cirva de lecsion, para que cepas los rriesgos que ce corren por jusgar a los otros cin motibos rreales. I espero que lo entiendas al povre Orasio, que ce dejo yebar como un tonto por sus malbados penzamientos.
Me disen que la celecsión arjentina le gano 1-sero a nijeria. Ojala heste condenado irredento pudiera disfrutar el momento como zus conpatriotas. Me alegro por todos ustedes, todabia pueden salbarce, no agan como lló.
Que Maradona los vendiga.